4 de septiembre de 2015

¿PORQUÉ VOTAR EN GRADUADOS A QUIENES HABLAN DE LXS DOCENTES?

El cogobierno en la Universidad impuesto hace casi 100 años por el movimiento estudiantil puso en jaque a la educación superior como instrumento de un proyecto político de elite. Hoy, lejos de haber avanzado, las conquistas democráticas en la Universidad se encuentran en franco retroceso.


El estatuto de la Universidad mas grande del país garantiza la mayoría de representación a un sector extremadamente minoritario (los profesores regulares) quienes colocan al 50% del cogobierno de Unidades Académicas, los decanos, e indirectamente al 75% del consejo superior UBA (decanos y consejeros “profesores”). Al mismo tiempo el estatuto rechaza la participación del conjunto de docentes precarizados como interinos (independientemente de su categoría) y la totalidad de auxiliares (JTP y ayudantes).


En FADU menos de 200 docentes profesores tienen mayoría propia en el cogobierno (la mitad de integrantes del consejo mas el decano) y nada los mas de 3.500 docentes restantes.


Pero, ¿no era graduados el “claustro docente” de hecho? No. Una pequeña parte de docentes participa en el claustro de profesores (lxs menos de 200 “profesores”) y probablemente otra pequeñísima porción como esa lo haga como estudiantes (lxs ayudantes de 2da). Es cierto que es permeable a una mayor representación docente que el resto, pero su representación se disuelve entre lxs graduadxs que han dejado de participar en actividades académicas.


Entonces, ¿Graduados es representativo de lxs profesionales que se forman en FADU? Tampoco. El padrón de Graduados incluye a poco más de 7.800 personas, de las cuales el 76% pertenece a la carrera de arquitectura. Las autoridades FADU excusándose en la cuestión administrativa de la graduación consagran una desigualdad: objetivamente la presión del título habilitante hace a diferencia de el resto de carreras donde el título no es un obstáculo para el desarrollo laboral lxs estudiantes de arquitectura se ocupan en agotar el trámite interminable que termina en la jura y diploma. No reconocer esa realidad es consagrarla como desigualdad. Por ejemplo, para el conjunto de docentes de industrial organizados por sus condiciones de trabajo es interesante la comprobación de que en graduados por cada elector de industrial hay 23 de arquitectura.


¿Porqué votar en Graduados a quienes hablan de lxs docentes?


La agudización de la recesión y la devaluación pesarán sobre la falta de presupuesto y en este sentido la camarilla descompuesta que gobierna la UBA[1] reforzará su ataque a las condiciones de trabajo docentes, que en FADU se lleva adelante a través del sistema de puntaje.


En este contexto las consignas de defensa del salario y estabilidad docentes, los derechos de género, convenio colectivo, que lleva como programa Voz Docente, abrevan en la resistencia a la única perspectiva que estas camarillas (expresadas en FADU Plural, Fadu para la Victoria, o Reforma) tienen como salida que es el sueño de Domingo Cavallo del autofinanciamiento: transformando la Universidad en un paraguas para la subcontratación laboral como colocadora de trabajo precario. Vamos con voz docente al consejo.


Arq. Nicolás Cambon, docente de Arquitectura y becario de Maestría.


[1] La movilizacion docente y estudiantil conquistó en el último año la renuncia del Vicerector Richarte por sus vínculos con servicios de inteligencia exonerados, la del ex decano de Económicas Barbieri por violencia de género y malversación de fondos públicos o la Emiliano Yacobitti, secretario de Hacienda de la UBA, por malversación de fondos públicos, amenazas y vaciamiento del clínicas.

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