22 de mayo de 2012

¿Cómo responder a una canallada?

La política de una agrupación que no encuentra base para hacer campaña

Justo al día siguiente de una enorme repercusión en medios gráficos sobre las denuncias y campañas de la AGD en defensa de los ad honorem y contra las cesantías, frente a una casta que gobierna la universidad; justo un día más tarde, la agrupación “Docentes por el cambio” (Mella, Cauce, Violeta de Filo) difunde masivamente por mail una declaración donde realiza el trabajo sucio que ni siquiera gestiones y burocracias sindicales de la UBA se habían atrevido a hacer: cuestionar el padrón de afiliados de la AGD y la transparencia del proceso electoral en curso. En otras palabras, intentan deslegitimar el sindicato que los docentes universitarios construimos sobre la base de la independencia política, el funcionamiento asambleario, la democracia sindical y el histórico programa de reivindicaciones de la docencia universitaria.

No tienen cara. Perdieron su ángulo de intervención y de campaña. Primero, intentaron mimetizarse con el gremio al autodenominarse “Docentes x AGD” y desembarcaron meses antes de las elecciones con una declaración fundacional en cuyas 16 carillas no recusan a los responsables de las condiciones salariales, presupuestarias, laborales, académicas y de investigación que sufrimos los docentes universitarios. Pero eso sí, se delimitan hasta el cansancio de la actual conducción a la que denuncian, con renovado macartismo, porque es del Partido Obrero. ¿Creerán que los docentes ignoran que, por caso, Néstor Correa, Ileana Celotto o Santiago Gándara militan en el PO, pero dirigen el gremio por ser activistas sindicales honestos, elegidos por sus compañeros?

Luego, tuvieron que ir “por el cambio”. Pero sus materiales reproducen los boletines de AGD UBA y, con una impunidad que asombra, asumen como propias luchas o campañas en las que ni siquiera participan (hay que decirlo: ni mueven un dedo) y de las que se informan por los comunicados del gremio: salario, cesantías, convenio colectivo de trabajo, estabilidad laboral, cursos de capacitación, despedidos del Rojas y sigue la lista.

Ahora, en su desesperación, se consagran a ensuciar con fabulaciones de fraude tras descubrir que no tienen un ángulo para intervernir como oposición a una dirección del gremio que se moviliza, asume los reclamos de todos los docentes y practica en los hechos cotidianos la democracia sindical. Para este agrupamiento, la Junta Electoral y la conducción de la AGD prenteden “que personas que no realizan ninguna tarea docente puedan votar en las próximas elecciones del gremio”.

Cuestionan el informe de la última asamblea, donde el actual Secretario General informó que “el proceso electoral se desarrollaba con total normalidad”. Pero omiten –vaya omisión- señalar que en esa misma asamblea estuvieron presentes. Sin decir palabra. Tampoco dijeron palabra durante todo el largo debate en el que se trató el estado de la negociación salarial, la situación de los cesanteados y los planes de acción que proponíamos desde la dirección del gremio. Ni candidatearon (extraña manera de ejercer la oposición) congresales para llevar el mandato del gremio a la Conadu Histórica, pese a que propusimos una elección por sistema D´Hont. Es más, votaron TODO por unanimidad.

Cuestionan la hegemonía de nuestra agrupación (sí, otra vez no dicen “Naranja” sino PO) en la Junta Electoral. Pero omiten decir que la Junta Electoral fue elegida, mediante sistema D`Hont, en una asamblea de casi 150 compañeros, que consagró a dos representantes por la mayoría y uno por la minoría.

Cuestionan el padrón de afiliados de la AGD. Declaran que la “confección está exclusivamente en manos de la conducción del gremio”. Omiten –de manera deliberada- señalar que es esta conducción del gremio la que ha llevado el gremio de los 150 afiliados fundacionales a los casi 4000 actuales sobre la base de intensas campañas de afiliación, en las que cada compañero y compañera debe completar personalmente su ficha para asociarse a la AGD. Nos preguntamos: ¿Quién otro va a confeccionar el padrón de afiliados de un gremio? ¿O el cambio que propone “Docentes x el cambio” consiste en que el padrón lo arme el Rectorado o las gestiones de cada facultad? ¿Como Aduba o Feduba?

No caben dudas: es la política de Aduba o Feduba al interior de la AGD. Se trata de una lista, como ya comprobamos en el pasado, ligada a las gestiones, que practica el macartismo contra una política de clase en el movimiento sindical, tras la coartada de un falso “apoliticismo” que no encuentra responsables de la política de mercantilización educativa ni del ajuste en la universidad pública.

Pero además mienten, una vez más, al decir que el manejo está en nuestras manos “exclusivamente”. Nada más lejos de la verdad: durante el proceso electoral se publicó el padrón, se distribuyeron a cada lista y a cada comisión directiva que lo solicitara una copia impresa y digital, se cumplió el período de tachas, la Junta Electoral buscó ante cada resolución asesoramiento permanente de los abogados, etc. Esto cuando la ley sólo exige “exhibición”.

Las “deficiencias” del padrón de afiliados son las deficiencias que no denuncian: la permanente inestabilidad de los docentes (un cuatrimestre sí, un cuatrimestre no), la situación precaria de los ad honorem (que la AGD es el único sindicato que los afilia), la negativa del Rectorado y las facultades para informar sobre las altas y bajas de los docentes (como bien le consta al representante de la junta electoral y a esa misma agrupación).

La declaración concluye que este “tipo de manejos” lo hacemos para “garantizar el control de la AGD aun, si fuera necesario, contra la voluntad de los docentes”. Una canallada, una vez más, a pocos días de la elección.

Desde hace 13 años, la Agrupación Naranja fue protagonista en la construcción permanente de un sindicato con la voluntad y la participación de las y los docentes. Estas elecciones, como todas las que venimos realizando cada dos años desde que conquistamos nuestra inscripción gremial en 2002, las militamos a fondo para garantizar la mayor participación de los docentes afiliados y no afiliados (a quienes convocamos a asociarse). Por eso extendemos a cinco los días de votación, abrimos más sedes de la UBA, sumamos una nueva Facultad que elegirá por primera vez Comisión Directiva (Veterinaria) y vamos a disponer de una urna en Tilcara –a pedido de esta agrupación- para los docentes allí residentes.

¿Cómo responder, entonces, a una canallada? Con un llamamiento a todos y todas las docentes e investigadores a participar masivamente en las elecciones de la AGD UBA del 11 al 15 de junio tanto para Mesa Ejecutiva como para las comisiones directivas de cada facultad. Porque las campañas y los reclamos que tenemos pendientes necesitan que sigamos construyendo la AGD con UNIDAD DOCENTE.



Agrupación Naranja de docentes e investigadores

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