Hace tiempo decía en
sesión un consejero directivo de Reforma que si tenía que optar entre la
libertad de elección de cátedra de alumnos y la estabilidad laboral de los
docentes iba por la primera. Opone diversificación de oferta académica al
derecho a la estabilidad en el trabajo docente y, decía entonces - desde su lógica
serían opuestos-, optar por lo primero.
El año pasado en
graduados, FADU PLURAL -la lista de la gestión de la facultad que se publicitaba
como opositora a Reforma- planteaba en su programa concursar todos los cargos
de la facultad. Parte de quienes hoy son consejeros por la gestión fueron a
elecciones 2009 en un frente con Reforma (Proyecto Fadu en FADU 2010), por
ejemplo Freidín, consejero de graduados electo por FADU 2010 ahora reelegido por
FADU PLURAL para “concursar todos los cargos”. No dice cargos docentes,
inferimos que se trata de eso, pero mas que nada no dice regularizar sino
concursar.
Bajo el mito “calidad
académica o burocratización”, Reforma y la gestión (Encuentro) proponen una
facultad bajo demanda a costa de la flexibilización de cargos docentes y los
"bailando por un sueldo" que significan los concursos cuando en las
condiciones de precariedad existentes lo que lo que se disputa en un concurso
es el salario. Si hasta muchos adjuntos y jtp renunciaron a su "categoría
académica" y se bajaron a los concursos de los cargos del programa ad
honorem a cambio de estabilidad y una renta de ayudante de primera!
En FADU además de 1200
cargos ad honorem, subrentados, medio cargos, no hay mas de un 10% de la planta
docente regularizada.
En un reciente material
del sindicato AGD UBA sobre el CCT* planteabamos que: "la inestabilidad en
el trabajo, entendida como la falta de seguridad en la relación laboral, opera
como un potente mecanismo de disciplinamiento social que genera en el
trabajador una vida de permanente vulnerabilidad e incertidumbre". Por lo
tanto si la calidad académica se nutre de un posicionamiento crítico, del
debate y los aportes colectivos, ¿no sería fundamental terminar con que año
tras año, en las casi 400 cátedras, sobre mas de 3000 cargos los titulares
deban decidir a dedo y no el propio docente con su desempeño si seguirán
trabajando?
¿Qué eligen los alumnos
si la falta de estabilidad deriva en la falta de perspectivas de producción de
conocimiento? El sistema de puntaje instrumenta el ajuste a la falta de
presupuesto atando los cargos a las inscripciones: ¿No deformo todo esto en una
suerte de política demagógica y de rapiña por parte de las cátedras para poder
captar alumnos de pelear por mas presupuesto?
Falta de estabilidad
laboral, trabajo que no se paga o se paga menos, falta de equipamiento para
trabajar, incumplimiento de la normativa de seguridad e higiene,
desnaturalización del vinculo entre compañeros docentes verticalizando cada
cátedra al imponer atributos de patrón a los titulares, y entonces se habla de concursos en lugar de regularización. Hace
falta regularizar los cargos y concursarlos puede ser un instrumento, por eso
planteamos la regularización de los cargos en concursos cerrados en oposición a
quienes proponen mayores condiciones de inestabilidad montando un circo romano
con los pocos docentes que consiguieron cobrar con las huelgas de 2005 (que
arrancaron el programa de renta ad honorem) y titulares vestidos de emperador.
Retomamos para FADU la
pelea de AGD por el Convenio colectivo de trabajo único para todas las
universidades para todos los docentes, y sin embargo las camarillas
representadas en el Consejo Interunversitario Nacional (CIN) dicen que "en
defensa de la autonomia" debería cada universidad definir si los
trabajadores docentes que la sostienen trabajan bajo convenio o no.
Así, quienes promueven la
acreditación a la CONEAU, que significa licuar el cogobierno en una autoridad
de aplicación cuyos miembros son designados por los bloques mayoritarios del
congreso nacional, universidades empresariales y de la iglesia, hablan de
autonomía solo cuando sirve para quebrar la fuerza que tendría la pelea de
conjunto de todos los trabajadores docentes universitarios de todo el país.
Argumentan autonomía para
dividir el movimiento docente, que es uno solo y por la mejora de nuestras
condiciones de trabajo. Nosotros vamos por la autonomía a través de la
democratización de claustros y en la defensa del trabajo docente, porque es la
única garantía para que la comunidad universitaria reivindique su independencia
de los gobiernos de turno y de las camarillas profesorales en favor de sus
intereses.
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