El triunfo de la izquierda y el activismo combativo, agrupado en el Frente Docente por el Cambio, en ADIUNT ha tendido un enorme impacto político.
Los medios de comunicación no pudieron evitar destacar que el nuevo secretario general es un militante del Partido Obrero, y tampoco que quienes conquistaron la dirección del sindicato universitario vienen de protagonizar y dirigir la lucha huelguística (89 días de paro con tomas de facultades, marchas masivas, piquetes, etc.) mas importante de las ultimas décadas en la provincia, con el agregado de que fue una huelga victoriosa.
El Frente Docente por el Cambio motorizado por la agrupación Naranja, agrupó a la inmensa mayoría del activismo que se destacó en la organización de la gran huelga. Que la Naranja haya tenido la capacidad de actuar como canal de organización de toda esa masa de luchadores es el resultado de un proceso de lucha política y organización en el seno del gremio donde nos delimitamos de todas las camarillas, donde supimos nadar contra la corriente cuando fue necesario, en contraposición con los otros agrupamientos que no dudaron en las mismas circunstancia, a apoyar a una u otra camarillas universitaria abriendo falsas expectativas sobre las soluciones a las reivindicaciones docentes. La Naranja tenía una autoridad ganada y la irrupción huelguística nos encontró preparado para poder orientarla y conducirla a la victoria, mientras los otros agrupamientos, no les quedó otra que actuar a remolque arrastrados por los acontecimientos.
El triunfo de la izquierda en Adiunt se produjo sobre la agrupación pro K Unidad Docente, cuyos integrantes venían conduciendo el gremio, y sobre la agrupación Compromiso y Dignidad motorizada por el PCR. Estos dos agrupamientos en el pasado estaban unidos. En las recientes elecciones intentaron, en especial el PCR, que hubiera una lista unitaria de todas las listas pretendiendo disolver en nombre de la unidad el agrupamiento combativo y clasista que se había producido al calor de los casi 90 días de huelga general.
El Frente Docente por el Cambio tuvo como soporte fundamental la experiencia profunda que la masa del gremio realizó en el curso de la huelga quebrando los mitos consagrados por quienes defienden un sindicalismo de colaboración de clases. El haber sostenido la huelga apoyado en el funcionamiento de las asambleas generales, el haber rechazado la intromisión del estado nacional y provincial, por medio del ministerio de trabajo (conciliación obligatoria), de la justicia y hasta de la iglesia, y por ultimo el haber enfrentado en común con los estudiantes la provocación represiva de la patota del rectorado, se transformaron en las cartas del triunfo de la huelga. La reivindicación de un sindicato independiente de las autoridades, combativo, que se apoye en las asambleas, o sea responsable ante las bases, tradujo toda esa experiencia de lucha.
En contrapartida, el gobierno universitario que encabeza la rectora Bardón, quedó completamente debilitado. La lucha de camarillas se hizo mas intensa que nunca. A caballo de esa crisis y de la asfixia financiera desde el gobierno nacional han logrado en las últimas semanas reinstalar en posiciones importantes a varios funcionarios de la Cámpora.
Con este escenario se realizaron las elecciones. La masa del gremio que protagonizó la huelga destacó y se referenció en la figura indiscutible de Ariel Osatinsky. En contraposición, las camarillas del rectorado no pudieron actuar homogéneamente como ocurrió en el pasado. Algunos sectores oxigenaron a la lista pro K, otros sectores le dieron manija a la lista del PCR. Otros sectores directamente se abstuvieron. En este cuadro, la campaña maccartistas de las autoridades y de sus agrupaciones contra el Partido Obrero y Ariel Osatinsky cayó en saco roto.
En la elección participaron casi el 70% del padrón. El Frente Docente por el Cambio obtuvo 567 votos, mientras el PCR obtenía 389 y los K 388. Comparada con la elección del 2012, el Frente Docente por el Cambio creció en un 65%
En la nueva directiva, el Frente Docente por el Cambio va a contar con 11 directivos y vocales, la misma cantidad, sumadas de directivos y vocales de las otras dos listas.
El FDC conquisto también15 delegados de facultades.
Con todo este capital está planteado encarar los próximos desafíos: reclamar la reapertura de las paritarias en febrero y por otro, que la Asamblea Universitaria que comenzó a funcionar el 30 de octubre pasado, cumpla efectivamente con los compromisos de consagrar en el nuevo estatuto universitario que está en discusión, la carrera universitaria, la ciudadanía plena a la docencia de los colegios y escuelas preuniversitarias, entre otros reclamos pendientes.
Este ascenso de la izquierda clasista en Adiunt no es un rayo en cielo sereno. Es un fenómeno que recorre otros escenarios de la docencia universitaria y sindical a nivel nacional. De la misma manera esta ocurriendo en Tucumán, como acaba de ocurrir en el ingenio San Juan, donde un agrupamiento combativo acaba de desplazar a la vieja burocracia.
El triunfo de la izquierda clasista en Adiunt es también un revulsivo en la CTA tucumana que durante los 89 días de huelga se mantuvo paralizada, y cuya directiva esta integrada por una coalición de viejos burócratas (ATE) y representantes de la izquierda anticlasista (PCR, MST) que acaba de ser derrotada en las elecciones de Adiunt, y que se encaramaron en la dirección de la CTA a través de un proceso completamente fraudulento.
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