Esta victoria es un duro revés para la gestión, cuyo programa es terminar de liquidar la investigación en la universidad. Con este triunfo, no sólo se han asegurado las elementales condiciones de trabajo de los becarios sino que se ha sentado la base para la defensa integral de la tarea de investigación.
Lo que comenzó como un reclamo salarial y un pedido de equiparación a las becas de otros organismos, evolucionó rápidamente. Los becarios elaboraron un extenso proyecto en el cual ponen sobre la mesa, no sólo lo salarial, sino la demanda de ser reconocidos como trabajadores y el reclamo de una posterior inserción laboral. De esta forma la lucha trasciende la UBA y se unifica con la consigna histórica del movimiento de becarios: ¡investigar es trabajar!
Desde un primer momento el movimiento se nucleó junto a Jóvenes Científicos Precarizados y a AGD-UBA, que tomó como propio el reclamo, poniendo no sólo todos los recursos del sindicato, sino el cuerpo en cada movilización.
Este proceso de lucha ha fortalecido a la AGD, con decenas de nuevas afiliaciones y un inmenso reconocimiento por parte de los compañeros. No en vano la burocracia podrida de Aduba ha salido rápidamente junto al Rectorado a atribuirse el triunfo, buscando recoger los frutos de una lucha por la que ni asomaron la cabeza.
La inclusión dentro del escalafón docente permitirá que los becarios se sumen a la lucha docente por el salario. Luego de los merecidos festejos, seguiremos luchando para concretar las reivindicaciones que faltan.
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